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  • info070223


¿Alguna vez se han imaginado que dirían las flores si pudieran hablar?, ¿Cómo sería su personalidad? Pues hoy entraremos en un jardín muy peculiar salido de uno de los mejores cuentos en toda la historia “Alicia en El país de las maravillas” de Lewis Carroll

En este Jardín tan peculiar y fantástico, las flores pueden hablar, así que en este escrito me dedicare a analizarlas y tratar de encontrar un parecido con personas de nuestra realidad, porque al final la fantasía nace en nuestras cabezas.



MARGARITAS

Bullositas, ingenuas, son como unas niñas pequeñitas que no tienen filtro al hablar.

Alicia se pregunta como un árbol podría protegerlas del peligro

¡Ladra «guau, guau»! –exclamó una margarita–, por eso lo llaman «guayabo».

–¡¿No sabías eso?! –exclamó otra margarita, y empezaron todas a vociferar a la vez, armándose un guirigay ensordecedor de vocecitas agudas.

E inclinándose sobre las margaritas, que estaban precisamente empezando otra vez a vociferar, les susurró:

–Si no os calláis de una vez ¡os arranco a todas!

Las margaritas me recuerdan a los niños, inquietos, inocentes, dicen lo que piensan. Son personitas empezando a vivir, encuentran la lógica en lo ilógico, solucionan un problema con facilidad, caminan sin carga y viven el hoy con intensidad y felicidad, así tal como las margaritas.



LIRIO

El sabio, el líder, el acertado

–¡Oh, lirio irisado! –dijo Alicia, dirigiéndose hacia una flor de esa especie que se mecía dulcemente con la brisa–. ¡Cómo me gustaría que pudieses hablar!

–¡Pues claro que podemos hablar! –rompió a decir el lirio–, pero sólo lo hacemos cuando hay alguien con quien valga la pena de hacerlo.

Cuando Alicia hace callar a las margaritas, el lirio dice:

–¡Así me gusta! –aprobó el lirio–. ¡Esas margaritas son las peores! ¡Cuando uno se pone a hablar, rompen todas a chillar a la vez de una forma tal que es como para marchitarse!

–¿Y cómo es que podéis hablar todas tan bonitamente? –preguntó Alicia, esperando poner al lirio de buen humor con el halago–. He estado en muchos jardines antes de este, pero en ninguno en que las flores pudiesen hablar.

–Coloca la palma de la mano sobre el lecho de tierra de nuestro macizo, –le ordenó el lirio– y entonces comprenderás por qué.

Así lo hizo Alicia.

–Está muy dura la tierra de este lecho –comentó–, pero aun así no veo qué tiene que ver eso.

–En la mayor parte de los jardines –explicó el lirio– los lechos de tierra son tan muelles… que se amodorran las flores.

Eso le pareció a Alicia una razón excelente y se quedó muy complacida de conocerla.

¡Nunca lo habría pensado! –comentó admirada.

El lirio es como un abuelito, ese que sabe todas las cosas del mundo, el que tiene una respuesta para todo, calmado y pausado, sin afanes en la vida. Porque “del afán no queda sino el cansancio”. Siempre enseñando, a veces con palabra y a veces con actos que nos llegan hasta lo más hondo del corazón.


LA ROSA


La más famosa entre las flores, un poco engreída de su belleza, algo crítica y egocéntrica, pero ante todo segura de sí misma.


Algunos comentarios de la rosa de este jardín:

–Por cortesía no nos corresponde a nosotras hablar primero, ¿no es verdad? –dijo la rosa–. pero ya me estaba yo preguntando cuándo ibas a hablar de una vez, pues me decía: «por la cara que tiene, a esta chica no debe faltarle el seso, aunque no parezca tampoco muy inteligente». De todas formas, tienes el color adecuado y eso es, después de todo, lo que más importa.

En mi opinión, tú nunca has pensado en nada –sentenció la rosa con alguna severidad.

Bueno, la otra tiene un cuerpo tan mal hecho como el tuyo –explicó la rosa–, pero es más encarnada… y con pétalos algo más cortos, me parece…

–Pero ya sabemos que no es por culpa tuya –interpuso generosamente la rosa–. Ya vemos que te estás empezando a ajar y cuando eso pasa, ya se sabe, no se puede evitar que se le desordenen a una un poco los pétalos.

–Estoy segura de que la verás dentro de poco –le aseguró la rosa–. Es de esa clase que lleva nueve puntas, ya sabes.

–Pues alrededor de la cabeza, naturalmente –replicó la rosa–. Me estaba preguntando precisamente por qué será que no tienes tú unas cuantas también. Creía que así es como debía ser por regla general.

La rosa en mi opinión personifica la mujer, segura, bella, altiva. Las tías, las primas, las Madres, las abuelas, las que tienen todas las respuestas. La rosa es como esa parte interna de una mujer, que ama, que comete errores, que ve los espejos en otras mujeres y a veces no sabe que es ella misma. La rosa tiene ese fuego interno, ese que hace especiales a todas las mujeres de este mundo.


VIOLETA

Violeta tímida, analítica, perspicaz y un poco perezosa

Dijo la violeta en el Jardín

–Nunca vi a nadie que tuviera un aspecto más estúpido –dijo una violeta de una manera tan súbita que Alicia dio un respingo, pues hasta ese momento no había dicho ni una palabra.

–¡A callar! –le gritó el lirio irisado–. ¡Como si tú vieras alguna vez a alguien! Con la cabeza siempre tan disimulada entre las hojas, ¡estás siempre roncando y te enteras de lo que pasa en el mundo menos que un capullo!

–Pues hay otra flor que se mueve por el jardín como tú –le contestó ésta–. Me pregunto ¿cómo os la arregláis?

–Siempre te estás preguntando algo –rezongó el lirio irisado.

Continuó la violeta:

–Pero tiene una corola más tupida que la tuya.


Pienso en esa edad en que no entendemos el mundo, la llamada adolescencia, esa edad me recuerda una violeta. Cuando somos tímidos, cuando criticamos, cuando nos hacemos preguntas existencialistas, pero al mismo tiempo tenemos tanta angustia de salir al mundo que nos escondemos en nosotros mismos. El despertar de la vida.

Solo por mencionar las flores del jardín de Alicia, multitud de colores, de pensamientos, de ideas y de razones. Se asemejan a la vida misma, a las etapas que pasamos, tienen el mismo miedo de marchitar que el ser humano de morir. Aunque bien sabemos tanto las flores como los humanos que cuando marchitamos o morimos nuestra energía vuela por mundo, integrándose a la inmensidad del universo.


Escrito por: Martha M Gómez A

https://www.instagram.com/marthamercedesgomeza/


Imágenes tomadas de Pinterest

https://www.deviantart.com/joannapasek/art/Talking-Flowers-Again-329328863


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